César Pérez Novoa

Una mirada hacia los mercados andinos

Por: César Pérez Novoa | Publicado: Martes 19 de mayo de 2015 a las 04:00 hrs.
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César Pérez Novoa

Abril fue un mes que ejemplifica la importancia de los precios de las materias primas para los inversionistas de capital en América Latina. El precio del petróleo repuntó más de un 20%, lo que explicó en gran parte el retorno que obtuvo la bolsa colombiana, plaza que experimentó un alza de 17% (medido en dólares) durante el cuarto mes de este año, superando fácilmente a sus pares andinos. Sin embargo, esta alta correlación se presenta como desafío no menor a la hora de navegar por estos mercados en momentos de alta volatilidad.


Mantenemos buenas perspectivas para la renta variable en Chile, pese a que las recientes cifras económicas han sido en su mayoría decepcionantes y las inversiones del sector privado parecieran carecer de catalizadores. Aún así, conservamos una imagen optimista para la inversión dada la baja limitada que se estima para el peso chileno, la estabilidad del crecimiento del PIB y las valoraciones de compañías, cuyos múltiplos todavía están debajo de los promedios históricos. Respecto al riesgo, las principales preocupaciones del mercado local continúan siendo las reformas donde las compañías están muy atentas a su impacto y a dimensionar bien el efecto que éstas tendrán en factores clave como la productividad.


En Perú, las cifras económicas recientes (excepto unas leves mejoras previstas para marzo) se muestran débiles, sin embargo, hay argumentos para ser positivos a partir del segundo semestre de 2015, sobre todo, por una aceleración en el gasto público que incidiría en un repunte más significativo del crecimiento del PIB en ese país. Al estímulo fiscal se agregarán otros elementos que hacen pensar en un escenario más optimista para la segunda mitad del año, como el mayor número de concesiones en infraestructura, el aumento de la producción de cobre, la baja en el precio internacional del petróleo y un impulso más sólido en la economía de Estados Unidos.


De vuelta en Colombia, pensamos que las expectativas de crecimiento del PIB y de los ingresos todavía tienen mayor riesgo de ajustes a la baja ya que la confianza de los consumidores está cayendo de forma visible y las restricciones fiscales limitan el potencial de las políticas anticíclicas. Esto último, conducirá invariablemente a otra reforma fiscal, ya en la etapa de análisis, reduciendo visibilidad para los próximos trimestres.


El alza adicional en los precios del petróleo, sin duda, podría seguir alimentando el buen desempeño de la acciones, pero suponiendo que los valores del crudo se mantendrán estables respecto a los niveles actuales. Esperamos que esta economía continúe debilitándose con una inflación que ha sorprendido al alza en los últimos meses. Así, vemos que el ánimo empresarial en Colombia ha mostrado resiliencia a pesar de la reforma fiscal y la crisis del petróleo. Sin embargo, la confianza del consumidor muestra una clara tendencia al deterioro, en concordancia a una desaceleración del consumo privado previsto para este 2015.

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